Increíble noticia. Nuestro bajista ha sido abducido por un objeto volador no identificado. ¿Cómo nos hemos enterado? Porque ha regresado, y de qué forma.
Como todos sabéis, Juan pasa las noches buscando pruebas de vida extraterrestre, con el pseudónimo de «Dr. Jiménez del Oso». Pese a ser químico oficialmente, su alter ego nocturno le incita a investigar todo tipo de culturas y hallazgos históricos que apuntan a la existencia de vida inteligente más allá de la cultura humana.
La pasada noche se encontraba en su casa, reflexionando sobre la «Teoría de los antiguos astronautas», mientras practicaba con el bajo, para añadir algunas modificaciones al canon aceptado oficialmente por su compañero y amigo de aventuras, Giorgio A. Tsoukalos, cuando repentinamente comenzó a vislumbrar imágenes de civilizaciones pasadas y un ovni de pequeño tamaño entró por la ventana, lanzando un rayo tractor que comenzó a abducir a nuestro doctor.
Así que Juan, bajo en mano, fue miniaturizado y absorbido por una raza alienígena de pequeñas dimensiones. Según nos ha relatado con todo lujo de detalles, los seres que le recibieron se comunicaban a través de unos instrumentos extraños que… ¡no os lo vais a creer! emitían notas musicales. Por fortuna, Juan es un experimentado bajista y pudo entenderles correctamente. «Menos mal que llevaba el bajo», nos ha comentado, eufórico.
De esta forma, nuestro querido «Dr. Bacterio» ha sido capaz de entablar el primer diálogo humano con una raza extraterrestre, con la única ayuda de cuatro cuerdas y el ingenio. Pero ahí no queda todo. Os confirmamos oficialmente que estamos realizando los trámites para tocar en Marte, a no mucho tardar.
«A ver ahora qué dice Tsokaulos», nos comentaba Juan riéndose, «cuando sepa que a los alienígenas les mola el rock y la cerveza».